Turquía, a la que Bruselas ha pedido ayuda para arreglar la
crisis migratoria, está confrontada a una situación delicada. Una guerra civil
se desarrolla en el sur del país mientras que centenares de miles de habitantes
de la región se han convertido en refugiados. Los residentes que han abandonado Diyarbakir, considerada la
capital de facto del Kurdistán turco, no reconocen la ciudad donde ellos
habitaban. De hecho, ella ha sido sometida a un bloqueo durante cuatro meses en
que se han producido violentos enfrentamientos entre las fuerzas
gubernamentales y los militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán
(PKK).
"La ciudad se parece a una de Siria. Hemos recogido
algunas ropas para los niños y hemos huido. Ahora, ya no hay nada allí",
señaló un habitante de Diyarbakir, que se vio obligado a abandonarla debido a
los enfrentamientos armados. Bruselas está preocupada por los conflictos de Siria e Iraq
y por la huida de su población. Durante este tiempo, el conflicto entre Ankara
y los kurdos ha transformado diferentes partes de Turquía en zonas de guerra.
Ankara tienen problemas no sólo con los refugiados sirios,
sino también con los propios refugiados turcos. Según diversas estimaciones,
desde agosto de 2015 más de 400.000 personas han huido de sus hogares en
Turquía. Otra ciudad de mayoría kurda, Cizre, se ha visto también
afectada gravemente por los enfrentamientos armados. Según las autoridades
locales, entre 100.000 y 120.000 de sus habitantes la han abandonado.
"La Unión Europea no se da cuenta de que si el conflicto
kurdo se convierte en una guerra, los turcos y los kurdos puede precipitarse
igualmente hacia Europa", señaló Sibel Yigitalp, dirigente del Partido
Democrático de los Pueblos (HDP), un partido de oposición en Turquía que
representa a la mayor parte de los kurdos.
En diciembre pasado, las autoridades turcas instauraron un
toque de queda en varias regiones kurdas del sureste del país tras los combates
entre fuerzas militares y militantes del PKK en el sur de Diyarbakir. Según el
Ejército turco, más de 1.000 combatientes kurdos fueron abatidos en estas
regiones desde mediados de diciembre. La parte kurda afirma, por su parte, que
se trata en su mayor parte de civiles. Un miembro del HDP acusó a los militares de cometer
atrocidades en el sureste del país y dijo que ellos habían "quemado
vivas" a más de 150 personas atrapadas en unos sótanos.
“En el distrito de Cizre, 150 personas fueron quemadas vivas
en diferentes edificios por las fuerzas militares turcas. Algunos cuerpos
fueron hallados sin cabeza. Otros fueron incinerados por completo, así que no
es posible realizar autopsias", dijo Feleknas Uca a Sputnik. (Al Manar)