miércoles, 23 de marzo de 2016

EUROPA CIERRA LOS OJOS A GENOCIDIO DE KURDOS EN TURQUÍA



Turquía, a la que Bruselas ha pedido ayuda para arreglar la crisis migratoria, está confrontada a una situación delicada. Una guerra civil se desarrolla en el sur del país mientras que centenares de miles de habitantes de la región se han convertido en refugiados. Los residentes que han abandonado Diyarbakir, considerada la capital de facto del Kurdistán turco, no reconocen la ciudad donde ellos habitaban. De hecho, ella ha sido sometida a un bloqueo durante cuatro meses en que se han producido violentos enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

"La ciudad se parece a una de Siria. Hemos recogido algunas ropas para los niños y hemos huido. Ahora, ya no hay nada allí", señaló un habitante de Diyarbakir, que se vio obligado a abandonarla debido a los enfrentamientos armados. Bruselas está preocupada por los conflictos de Siria e Iraq y por la huida de su población. Durante este tiempo, el conflicto entre Ankara y los kurdos ha transformado diferentes partes de Turquía en zonas de guerra.

Ankara tienen problemas no sólo con los refugiados sirios, sino también con los propios refugiados turcos. Según diversas estimaciones, desde agosto de 2015 más de 400.000 personas han huido de sus hogares en Turquía. Otra ciudad de mayoría kurda, Cizre, se ha visto también afectada gravemente por los enfrentamientos armados. Según las autoridades locales, entre 100.000 y 120.000 de sus habitantes la han abandonado.

"La Unión Europea no se da cuenta de que si el conflicto kurdo se convierte en una guerra, los turcos y los kurdos puede precipitarse igualmente hacia Europa", señaló Sibel Yigitalp, dirigente del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), un partido de oposición en Turquía que representa a la mayor parte de los kurdos.

En diciembre pasado, las autoridades turcas instauraron un toque de queda en varias regiones kurdas del sureste del país tras los combates entre fuerzas militares y militantes del PKK en el sur de Diyarbakir. Según el Ejército turco, más de 1.000 combatientes kurdos fueron abatidos en estas regiones desde mediados de diciembre. La parte kurda afirma, por su parte, que se trata en su mayor parte de civiles. Un miembro del HDP acusó a los militares de cometer atrocidades en el sureste del país y dijo que ellos habían "quemado vivas" a más de 150 personas atrapadas en unos sótanos.

“En el distrito de Cizre, 150 personas fueron quemadas vivas en diferentes edificios por las fuerzas militares turcas. Algunos cuerpos fueron hallados sin cabeza. Otros fueron incinerados por completo, así que no es posible realizar autopsias", dijo Feleknas Uca a Sputnik. (Al Manar)