Las casualidades no existen, todo obedece a causas objetivas que podemos controlar o no, pues eso es lo que ocurrió exactamente cuatro días antes de los lamentables sucesos acaecidos en Bélgica.
El presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan, país que no es precisamente el adalid de los derechos humanos, hizo una peculiar declaración el 18 de Marzo de este año, concretamente la cadena norteamericana abc News recogía las declaraciones en las que decía textualmente: “no hay ninguna razón por la cual, la bomba que explotó en Ankara no pueda explotar en Bruselas, o en cualquier otra ciudad europea.”
Esas declaraciones, fueron efectuadas, después de que Ankara fuese víctima de un atentado que asesinó a 37 personas inocentes. Otras de las declaraciones extrañas fueron cuando afirmó: “Si usted duerme con serpientes, pueden morderle en cualquier momento” Como se sabe, este país, va a recibir 6.000 millones de Euros de la Unión Europea para mantener a los inmigrantes sirios fuera de las fronteras de Europa, vamos que en teoría se le ha dado ese dinero para: No permitir la salida de sus costas a barcos o navíos con tráfico ilegal hacia la UE, y mantener los campos de refugiados que existen en Turquía.
No obstante, estas enormes sumas deberían ser auditadas y controladas por observadores europeos, para ver si es cierto que todo se hace correctamente y dentro del marco que los derechos humanos explícitamente requieren. Ya que, de no haber control sobre esa enorme suma, el dinero, más que una ayuda parece ser un soborno. Esperemos que con el paso de los días, se aprecie una mejora en las instalaciones de refugiados en Turquía o quizá, el gobierno turco se limita a expulsar a sus refugiados y quedarse la pingüe suma que generosamente se ha pagado con los impuestos de los europeos y que tan alegremente se han entregado a este presidente turco.